Córdoba que vives abrazada
por el río Guadalquivir
con un apasionado abrazo
como a una dulce enamorada.
El suave murmullo de tus aguas
que corre entre tarajes y alamedas
va acariciando tus murallas
llenándote de piropos
y diciéndote mil poemas
El sol te da los buenos días
y te cubre con sus rayos de calor
las flores te embriagan con su perfume
y en las ramas de los naranjos
te alegran con mil cantares
el jilguero y el ruiseñor.
Sierra Morena te vigila desde su atalaya
y te contempla dormida en la llanura
y las aguas cálidas del gran río
te relatan el fragor de mil batallas
y se pierden por el valle con un escalofrío.
Cruza los campos de verdes campiñas
castillos y torres almenadas
sinuosos arroyos de agua cristalina
verdes olivares en altozanos y cañadas.
Pueblos blancos de cal
recostados en la falda de la sierra
torreones y atalayas
entre riscos y tajos de calizas
le recuerdan a Córdoba sultana
que ellos fueron un día frontera
con las tierras de Granada.
Mis relatos medievales, leyenda y realidad.
Desde los picos calizos de la Subbética, a la fértil ribera del Guadalquivir, hay todo un mundo de leyendas, historias y recuerdos. Vivencias medievales, caballeros de capa y espada, bellas princesas y palacios encantados, mitad verdad, mitad fantasía. Yo te los iré contando, poco a poco, paso paso, como nació la cultura de ésta ciudad que fué y sigue siendo multicultural. Pronto tambien los podrás leer en italiano.
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